Se supone que debemos llorar por el periodismo, pero es un muerto que no es seguro que alguna vez estuviera vivo. Es un duelo fantasmagórico, como el parto de una barriga de trapo.
Una oficina de propaganda o una agencia de publicidad son empresas que se pueden definir con cierta facilidad. Sus propósitos y procedimientos no son misteriosos y más o menos todo el mundo los entiende. Pero un medio periodístico es un organismo mucho más difícil de definir. Se supone que el periodismo no es propaganda ni publicidad, aunque puede ser que el periodismo sea una determinada forma de propaganda, que usa ciertos medios. También es posible que el periodismo consista en ciertas técnicas que sirven para hacer llegar al público información de cualquier tipo, por ejemplo científica. En tal caso el periodismo no tendría un contenido determinado y sería como uno de esos contenedores gigantescos que transportan los buques, que bien pueden cargar calzoncillos o seres humanos asfixiados.