En los concursos literarios debería premiarse al peor texto, después del mejor, naturalmente. Esta medida viene inspirada por las ferias de pueblo, donde se celebra al “caballo mejor presentao y al caballo peor presentao”. Es más, el premio debería recibir el nombre genérico de Rocinante (el caballo más feo), para que todo quede aún másSigue leyendo «El caballo más feo»