Hace muchos años, me entretenía hojeando libros en las bibliotecas. Cogía, por ejemplo, una edición de Las almas muertas de Gógol, luego buscaba otra y otra más. No recuerdo de qué editoriales. Algunos libros eran bonitos, con un retrato del autor en papel de mejor calidad, pero la mayoría eran ejemplares viejos, manoseados, de edicionesSigue leyendo «A favor de las malas traducciones»